sábado, 21 de abril de 2012

PEREGRINACIÓN A ICOD DE LOS VINOS.

Hoy 21 de abril, nuestra Cofradía ha realizado la tradicional visita anual a una Iglesia donde se venere a Los Santos Varones y mas concretamente que hallan estado en la exposición que realizamos en el año 2006 con motivo de nuestro 50º Aniversario. Este año, ha tocado la Parroquia de San Marcos de Icod de los Vinos, en Tenerife. Queremos dar las gracias, a los cofrades, familiares y acompañantes, al igual que a la Parroquia de San Marcos y al Párroco de Ntra. Sra. del Amparo, que oficio la Eucaristía. Gracias.

miércoles, 18 de abril de 2012

PEREGRINACIÓN A ICOD DE LOS VINOS.

Como es habitual desde el 2008, la Cofradía de la Unción y Mortaja de Cristo, realiza una peregrinación a una Parroquia donde se venere las imágenes de Los Santos Varones.
Este año nos toca la Parroquia de San Marcos, en Icod de los Vinos, donde los Santos Varones de esta Iglesia estuvieron en la Exposición del año 2006 por motivo del 50º Aniversario de la Cofradía.
El día de salida será (D.m.) en próximo día 21 de abril, a las 9 de la mañana desde la Plaza del Adelantado de La Laguna. (Fotos: David González)

Los Santos Varones, José de Arimatea y Nicodemus, apenas muerto el Señor, se presentaron a Pilatos pidiéndole autorización para desclavar el Cuerpo Sacratísimo de Jesús y darle Sepultura. Son muy de admirar y de imitar estos dos Santos Varones en su desprecio del qué dirán y en su valentía para dar ante el mundo testimonio de su fe y de sus convicciones.
En aquella la hora de la Tinieblas, como había dicho Jesús; la hora del triunfo aparente de los malos y de la cobardía y acoquinamiento de todos los buenos. Los fariseos se creían triunfantes; los discípulos de Jesús, llenos de temor, andaban todos dispersos y escondidos. Dar, pues la cara por El, era sencillamente exponerse a todo.
Pero los Santos Varones la dan; y se presentan sin temos ante Pilatos; y desprecian a los fariseos y a las burlas; y se honran extraordinariamente dando una sepultura honrosísima en un sepulcro nuevo, labrado todo en la piedra, y con extraordinaria abundancia de perfumes para embalsamar el cadáver, cual si se trata de un Rey , al que acababa de ser ajusticiado en una cruz entre dos ladrones.
Cristo había triunfado muriendo, y por eso hasta su entierro y sepultura tenía que revestir formas de grandeza.
“Un varón de nombre José, hombre bueno y justo, originario de Arimatea, rogó a Pilatos, que le permitiese tomar el cuerpo de Jesús; y bajándole le envolvió en una sábana y le deposito en un monumento cavado en la roca” (Lucas 23, 50-52)