Alfombras de Corpus

AQUÍ LAS ALFOMBRAS DE CORPUS DE ALGUNOS AÑOS MONTADA POR LA COFRADÍA PARA EL DÍA DE CORPUS EN LA LAGUNA

Alfombra Corpus 2019



Alfombra Corpus 2018














Alfombra Corpus 2017
Foto Rigoberto Rodriguez














Alfombra Corpus 2016
Foto Rigoberto Rodriguez















Alfombra Corpus 2015
Foto de Rigoberto Rodriguez














Alfombra Corpus 2014
Foto de Rigoberto Rodriguez





















Alfombra Corpus 2013
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Foto: Miguel Rojas

Alfombra Corpus 2012
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Foto: Marcos Perdomo

Alfombra Corpus 2011
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Foto: Miguel Rojas

Alfombra Corpus 2010

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Foto: Rigoberto Rodriguez

Alfombra Corpus 2009

Alfombra Corpus 2009

Foto: Sandra Díaz

Alfombra Corpus 2008
Fotos de Rigoberto Rodriguez















Alfombra Corpus 2007
Fotos de Rigoberto Rodriguez















Alfombra Corpus 2006
Fotos de Rigoberto Rodriguez















Alfombra Corpus 2005
Fotos de Rigoberto Rodriguez















Alfombra Corpus 1999

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Foto: Sandra Díaz.

Alfombra Corpus 1956
Alfombra Corpus 1956
Realizada por el Banco Bilbao. Archivo Familia Rojas Wangüemert.





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Los Santos Varones, José de Arimatea y Nicodemus, apenas muerto el Señor, se presentaron a Pilatos pidiéndole autorización para desclavar el Cuerpo Sacratísimo de Jesús y darle Sepultura. Son muy de admirar y de imitar estos dos Santos Varones en su desprecio del qué dirán y en su valentía para dar ante el mundo testimonio de su fe y de sus convicciones.
En aquella la hora de la Tinieblas, como había dicho Jesús; la hora del triunfo aparente de los malos y de la cobardía y acoquinamiento de todos los buenos. Los fariseos se creían triunfantes; los discípulos de Jesús, llenos de temor, andaban todos dispersos y escondidos. Dar, pues la cara por El, era sencillamente exponerse a todo.
Pero los Santos Varones la dan; y se presentan sin temos ante Pilatos; y desprecian a los fariseos y a las burlas; y se honran extraordinariamente dando una sepultura honrosísima en un sepulcro nuevo, labrado todo en la piedra, y con extraordinaria abundancia de perfumes para embalsamar el cadáver, cual si se trata de un Rey , al que acababa de ser ajusticiado en una cruz entre dos ladrones.
Cristo había triunfado muriendo, y por eso hasta su entierro y sepultura tenía que revestir formas de grandeza.
“Un varón de nombre José, hombre bueno y justo, originario de Arimatea, rogó a Pilatos, que le permitiese tomar el cuerpo de Jesús; y bajándole le envolvió en una sábana y le deposito en un monumento cavado en la roca” (Lucas 23, 50-52)