Hábito y Escudo de la Cofradía Unción y Mortaja de Cristo

Hábito y Escudo de la Cofradía Unción y Mortaja de Cristo

Hábitos Penitenciales

HABITO PENITENCIAL DE ADULTO
El hábito de aduto esta compuesto por un habito completamente de blanco,la tunica blanca esta compuesta por 33 botones rojos que representa la edad de Cristo y un cingulo rojo.Luego la capa tiene a la izquierda una cruz ancorada,que significa que tienen sus puntas en forma de ancla y representan los Santos Lugares.Y por ultima el capirote lleva el pecho los tres Santos Clavos cruzados y rodeado por una Corona de Espinas.
Foto de Oscar Toledo

HÁBITO PENITENCIAL DE ASPIRANTE
El hábito de aspirante esta también completamente de blanco,la tunica esta compuesta por botones rojos y un cingulo de color rojo,y lleva una museta con una cruz ancorada que significa que las puntas tienen forma de ancla y que representan los Santos Lugares.

 Aspirantes 2011

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a: Entradas (Atom)
Los Santos Varones, José de Arimatea y Nicodemus, apenas muerto el Señor, se presentaron a Pilatos pidiéndole autorización para desclavar el Cuerpo Sacratísimo de Jesús y darle Sepultura. Son muy de admirar y de imitar estos dos Santos Varones en su desprecio del qué dirán y en su valentía para dar ante el mundo testimonio de su fe y de sus convicciones.
En aquella la hora de la Tinieblas, como había dicho Jesús; la hora del triunfo aparente de los malos y de la cobardía y acoquinamiento de todos los buenos. Los fariseos se creían triunfantes; los discípulos de Jesús, llenos de temor, andaban todos dispersos y escondidos. Dar, pues la cara por El, era sencillamente exponerse a todo.
Pero los Santos Varones la dan; y se presentan sin temos ante Pilatos; y desprecian a los fariseos y a las burlas; y se honran extraordinariamente dando una sepultura honrosísima en un sepulcro nuevo, labrado todo en la piedra, y con extraordinaria abundancia de perfumes para embalsamar el cadáver, cual si se trata de un Rey , al que acababa de ser ajusticiado en una cruz entre dos ladrones.
Cristo había triunfado muriendo, y por eso hasta su entierro y sepultura tenía que revestir formas de grandeza.
“Un varón de nombre José, hombre bueno y justo, originario de Arimatea, rogó a Pilatos, que le permitiese tomar el cuerpo de Jesús; y bajándole le envolvió en una sábana y le deposito en un monumento cavado en la roca” (Lucas 23, 50-52)