Hábito y Escudo de la Cofradía Unción y Mortaja de Cristo

Hábito y Escudo de la Cofradía Unción y Mortaja de Cristo

domingo, 25 de marzo de 2018

BENDICIÓN Y POSTERIOR BESAPIES DEL STMO. CRISTO DE LA UNCIÓN

Buenos días, compartiendo estas maravillosas fotos del amigo y cofrade Rigoberto Rodriguez Fernandez, la Cofradía de la Unción y Mortaja de Cristo, ha bendecido la maravillosa talla de Cristo Yacente con la advocación de Stmo. Cristo de la Unción. Cristo bendecido por el Excmo. Sr, Obispo Don Bernardo Alvarez y tallado por el escultor-imaginero Ibrahim HG.
Queriendo aprovechar este medio, para agradecer a todas las personas que durante estos últimos años han colaborado para que este difícil proyecto sea una realidad, tanto cofrades, como familiares, amigos , etc.
Especialmente, queremos agradecer a el escultor Ibrahim Hernández por aceptar este gran reto, también y como no, a el gran colaborador y amigo Don Álvaro Rivero Delgado que nos realizó la maravillosa bandera para nuestra Cofradía, al igual que los arreglos a las cenefas, cuelgas, vestimentas de la imágenes, etc, Agradecer a Don Gerardo Fuestes, por el asesoramiento realizado a la obra.
Por supuesto, hay mucha mas gente que nos gustaría nombrar, al Sr. Obispo Don Bernardo por asistir a bendecir la imagen, a nuestro Párroco Don Lucio, a la Cofradía de la Misericordia y Hermandad del Stmo. Rosario, a los Grupos Parroquiales de Santo Domingo de Guzmán, al Coro de Santo Tomás, a Jesús Rodrigues, Pedro Gutierrez, Pedro Lopez y su Comité Ejecutivo de la JHC, Don Vicente Cruz Gil, Antonio Regalado, Hermanos Paules, Don Domingo Navarro Mederos, Don Miguel Angel Navarro,Carlos Rodriguez,Alejandro Perez Martin,al amigo Toño, Óscar Insua, a Fran y Alexis, Erick Sacramento, Peluqueria Ingrid, Chona del Mercado de La Laguna, Restaurante Las Rosas, Bar Chinguarime, y muchas mas.
A todos, Muchas Gracias.









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Los Santos Varones, José de Arimatea y Nicodemus, apenas muerto el Señor, se presentaron a Pilatos pidiéndole autorización para desclavar el Cuerpo Sacratísimo de Jesús y darle Sepultura. Son muy de admirar y de imitar estos dos Santos Varones en su desprecio del qué dirán y en su valentía para dar ante el mundo testimonio de su fe y de sus convicciones.
En aquella la hora de la Tinieblas, como había dicho Jesús; la hora del triunfo aparente de los malos y de la cobardía y acoquinamiento de todos los buenos. Los fariseos se creían triunfantes; los discípulos de Jesús, llenos de temor, andaban todos dispersos y escondidos. Dar, pues la cara por El, era sencillamente exponerse a todo.
Pero los Santos Varones la dan; y se presentan sin temos ante Pilatos; y desprecian a los fariseos y a las burlas; y se honran extraordinariamente dando una sepultura honrosísima en un sepulcro nuevo, labrado todo en la piedra, y con extraordinaria abundancia de perfumes para embalsamar el cadáver, cual si se trata de un Rey , al que acababa de ser ajusticiado en una cruz entre dos ladrones.
Cristo había triunfado muriendo, y por eso hasta su entierro y sepultura tenía que revestir formas de grandeza.
“Un varón de nombre José, hombre bueno y justo, originario de Arimatea, rogó a Pilatos, que le permitiese tomar el cuerpo de Jesús; y bajándole le envolvió en una sábana y le deposito en un monumento cavado en la roca” (Lucas 23, 50-52)