lunes, 4 de mayo de 2015

Visita a la Parroquia de Santa Ursula de Adeje 2015

Hemos realizado la visita anual a una a una Iglesia donde se venere las imágenes de los Santos Varones. Este año ha tocado visitar la Parroquia de Santa Ursula en Adeje. Queremos agradecer a todos los que nos ha acompañado y en especial al Coro de la Parroquia de San Benito que se nos ha unido para tocar y cantar durante la Eucaristía.
También agradecer por el tremendo esfuerzo realizado durante estos días para organizar y acondicionar la huerta de nuestra Parroquia de Santo Domingo y hoy al equipo de cocina que se quedó para preparar almuerzo.
Gracias a todos y el próximo año ( D.m.) Toca visitar a los Santos Varones de la Guancha.


FOTOS DE RIGOBERTO RODRIGUEZ

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Los Santos Varones, José de Arimatea y Nicodemus, apenas muerto el Señor, se presentaron a Pilatos pidiéndole autorización para desclavar el Cuerpo Sacratísimo de Jesús y darle Sepultura. Son muy de admirar y de imitar estos dos Santos Varones en su desprecio del qué dirán y en su valentía para dar ante el mundo testimonio de su fe y de sus convicciones.
En aquella la hora de la Tinieblas, como había dicho Jesús; la hora del triunfo aparente de los malos y de la cobardía y acoquinamiento de todos los buenos. Los fariseos se creían triunfantes; los discípulos de Jesús, llenos de temor, andaban todos dispersos y escondidos. Dar, pues la cara por El, era sencillamente exponerse a todo.
Pero los Santos Varones la dan; y se presentan sin temos ante Pilatos; y desprecian a los fariseos y a las burlas; y se honran extraordinariamente dando una sepultura honrosísima en un sepulcro nuevo, labrado todo en la piedra, y con extraordinaria abundancia de perfumes para embalsamar el cadáver, cual si se trata de un Rey , al que acababa de ser ajusticiado en una cruz entre dos ladrones.
Cristo había triunfado muriendo, y por eso hasta su entierro y sepultura tenía que revestir formas de grandeza.
“Un varón de nombre José, hombre bueno y justo, originario de Arimatea, rogó a Pilatos, que le permitiese tomar el cuerpo de Jesús; y bajándole le envolvió en una sábana y le deposito en un monumento cavado en la roca” (Lucas 23, 50-52)